El niño y el globo negro 5/5 (1)

 

Había una vez pequeño niño negro que siempre que iba al colegio pasaba por delante de un puesto ambulante de golosinas y globos.

Solía quedarse mirando los globos al pasar, hasta que un día se decidió a preguntarle al globero:

-¿no tiene usted ningún globo negro?

El gobero lo miró con ternura y le contestó:

– ¡es cierto!. No tengo ningún globo negro aquí. Pero no te preocupes porque mañana mismo traeré un globo negro para ti.

Al día siguiente el niño volvió a pasar por allí y el globero lo llamó:

– ¡Ven, bonito!. Aquí tienes el globo negro que te prometí ayer, te lo regalo.

El niño cogió el hilo del globo, agradeció el regalo y miró un rato el globo.

Después de mirar el globo unos momentos, el niño lo soltó y miró como subía y se alejaba en el cielo.

El globero muy extrañado le preguntó:

– ¿Pero porqué lo sueltas? ¿No querías un globo negro? ¿Por qué lo dejas escapar ahora que lo habías conseguido?

– “Quería saber si subía como los demás”. Le contestó el niño.

A lo que el globero explicó:

“¡Cariño! Los globos, al igual que las personas; no suben por el color que tienen, sino por lo que llevan dentro”.

 

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