“Aprende a estar solo”, es muchas veces malinterpretado como aprender a estar solitario. Entonces, toda la enseñanza sufre una inversión, una inversión total. Estar solitario significa circunscribirse fuertemente, separarse y dividirse. Se parece a una isla, que se disocia del continente. La espiritualidad es unión y unidad. En nombre de la espiritualidad la gente se separa, intentan ser separatistas y ser especiales. Entonces sufren la soledad. Construyen muros a su alrededor en nombre del yoga, en nombre de la disciplina. Caminan en la oscuridad de la ignorancia y buscan la luz. Es la trampa del Kali Yuga.
Aparte de esto, uno puede estar solitario un tiempo para establecer en uno mismo la verdad y para reforzar que la verdad es uno mismo. Uno puede estar apartado un tiempo y regresar con una mayor afirmación de la práctica para ver el Uno en todo y el todo en Uno. Los estudiantes sinceros pueden fijarse un tiempo para estar en solitario una vez a la semana para entrar en esta reafirmación. Para ello se les aconseja no asociarse excesivamente con actividades sociales como actos públicos, cenas, reuniones y encuentros sociales. Esto parece antisocial, pero no es así en realidad. Decididamente, los actos sociales son una pérdida de tiempo para los discípulos. El tiempo es la esencia de todo. Necesitan separarse un tiempo de la actividad mundana antes de regresar eficazmente al mundo. El discipulado es un proceso de incubación. La incubación es para la transformación. La oruga entra en la incubación antes de transformarse y salir como mariposa.
Parvathi Kumar: “Las enseñanzas de Sanat Kumara”