Cuando vemos la Consciencia Una en todo lo que nos rodea, nos damos cuenta de la hermandad de todos los seres. La hermandad no es un logro, es un darse cuenta. Cuando la Consciencia Una es la base de todos los seres, los varios seres que uno ve son sólo productos de esta Consciencia. Todos tienen el mismo padre y madre.
La hermandad ya es una realidad. No necesita lograrse o cumplirse especialmente. Ocurre contigo.
Una vez que estás en contacto constante con la Consciencia, todos los seres no son más que un grupo universal de her¬manos. Por eso se llama “Hermandad Universal”. Cuando uno ha tomado consciencia de la univer¬salidad de la hermandad, no es difícil realizar tal hermandad en grupos más pequeños. No hay necesidad de construir circunscripciones alrededor de uno mismo y del propio grupo. No es más que espejismo lo que la gente siente por “sus” grupos. La ilusión prevalece, y consecuentemente la gente extiende su posesividad de ellos mismos a sus grupos. No es más que expansión de la posesividad, pero no de la consciencia, cuando uno siente “mi grupo, tu grupo, su grupo”. Todo es un grupo de todos los seres del Universo. Aumenta tu comprensión. No la limites a ti mismo. Sraddha te lleva al estado de Consciencia Universal.
No Separar – el Contenido es Uno
Siente Un Universo, Un Señor, Una Consciencia, Una Existencia. Únete a la enorme grandeza de la Unidad. Por costumbre construimos muros alrededor nuestro y entonces pensamos que somos el centro. Cada uno crea una circunferencia y permanece en el centro, sin saber que él mismo es la circunferencia de algo más.
Construir muros alrededor de uno mismo conlleva el ahogo de la limitación.
Hay tantos grupos, tantas organizaciones que sienten el espejismo de su identidad especial. Mientras que la verdad es que sólo hay una identidad, una entidad. Esta entidad una es denominada por muchos grupos con muchos nombres. Se diferencian para ser distintos y desean desintegrarse y separarse con sus propios nombres y sus propias formas. Algunos grupos LE llaman el Maestro, algunos LE llaman Baba, algunos LE llaman Swami, algunos LE llaman Cristo, o Krishna, o Rama, y así sucesivamente. Aferrándose a los nombres, la gente olvida el contenido. Sólo permanecen los nombres y el contenido se pierde. El contenido no es sino el Uno. Este contenido Uno está dentro y fuera. Está arriba y abajo. Está en todas partes. Es una cuestión de Sraddha el observar, para conocer y sentir su bienaventuranza.
Parvathi Kumar: Las enseñanzas de Sanat Kumara