Cada vez hay más físicos apostando que vivimos en una ILUSION 4.8/5 (5)

En 2003, el filósofo sueco Nick Bostrom publicó un artículo donde proponía tres escenarios sobre nuestra realidad. Una de esas posibilidades es que vivimos en una simulación por ordenador, una teoría que está ganando cada vez más adeptos en nuestra era de fascinación por la tecnología.

Hemos escuchado a varios científicos y magnates de la tecnología, incluido Elon Musk, asegurando que estemos viviendo en una realidad simulada por ordenador. Musk dijo que cree que existe la posibilidad de que vivamos en una “realidad base” o en una existencia no simulada y completamente orgánica.

También es cada vez más evidente que las matemáticas son el lenguaje de la naturaleza, una dialéctica universal que se puede usar para describir todo, desde lo inconcebiblemente grande a lo infinitamente pequeño. A medida que continuamos adquiriendo más información sobre esta realidad, parece que podemos estar viviendo en lo que parece ser una construcción física que podría generarse a partir de códigos.

En un intento por comprender las leyes fundamentales de la naturaleza, el físico teórico James Gates, descubrió un conjunto de ecuaciones que, según dice, no se podían distinguir. En su estudio de la teoría de cuerdas, también descubrió un código de corrección de errores en las ecuaciones de supersimetría que se utiliza para describir cómo funciona el universo. Esto lo obligó a preguntarse: “¿Estamos viviendo en la Matrix?”

Esto nos lleva a lo siguiente: La realidad física ha sido aceptada como real. Los científicos lo han investigado y han decidido que, en su núcleo, son solo los quarks, los campos y los fenómenos cuánticos, toda esa “materia” científica con átomos y protones, electrones, etc. Esto se conoce desde hace mucho tiempo y nadie lo ha cuestionado, hasta ahora. ¿Y si todo esto fuera incorrecto? ¿Qué pasa si el mundo no es lo que parece y es algo completamente distinto? Una nueva teoría sugiere precisamente eso.

Nuestra realidad es una ilusión

Una columna en Scientific American ha ofrecido la controvertida ida de que nada es lo que parece. Según el científico y filósofo Bernardo Kastrup, cada vez son más los físicos que creen que la realidad es simplemente una ilusión y que lo único que existe es la información. 

Esta nueva idea básicamente dice que el universo físico que todos ven, toda la materia, todos los objetos físicos solo existen porque los humanos lo perciben así. Sería algo así a una especie de alucinación masiva que se utiliza para dar sentido a las relaciones matemáticas de los objetos. Si bien esto parece bastante inverosímil, según Kastrup, está teorías está ganando adeptos.

Para algunos físicos, esto indica que toda la materia, con su solidez y concreción, es una ilusión de que solo el aparato matemático que diseñan en sus teorías es verdaderamente real, no el mundo percibido para el cual se creó. Lo que esto dice es que nada es real, es solo una ilusión creada por la raza humana para permitir a los científicos e investigadores visualizar lo que están hablando en sus teorías. Nada es real, es solo una alucinación.

Entonces, si damos por buena la posibilidad de que estemos viviendo en una simulación o que todo se trate de una especie de alucinación, ¿quién nos controla? Para responder a esta pregunta tenemos que retroceder hasta 2015, cuando Rich Terrile, astrónomo y director del Centro de Computación Evolutiva y Diseño Automatizado del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA, aseguró que dentro de una década los ordenadores tendrán el potencial de computar toda una vida humana, por lo que podrá ser utilizada por seres avanzados tecnológicamente para crear una simulación de nuestro mundo.

Muchas personas no quieren pensar ni analizar que nuestro mundo está dirigido por alguna especie de tecnología avanzada, y que a su vez esté controlada por seres más evolucionados que nosotros, ya seamos nosotros mismos en el futuro. La teoría expuesta por Bernardo Kastrup nos demuestra que así es y que nuestra realidad va más allá de lo que podemos entender. Es cierto, puede ser realmente inquietante, tal vez aterrador, pero esto no evitará que nos encontremos dentro de un “juguete” controlado por unos pocos.

 

Por favor puntúa este artículo