Un objeto extraño de forma redondeada que fue descubierto en el fondo del Mar Báltico en el verano de 2011, vuelve a cobrar actualidad. Un equipo de investigadores del Ocean X afirma que los aparatos electrónicos se apagan automáticamente cuando el buque pasa por la zona del objeto. Mientras hay investigadores que creen que es una base submarina, otros suponen que es un ovni o simplemente, se trata de una roca en el fondo del mar.
Varias teorías:
Procedencia humana
Hay investigadores que creen que pueden ser restos hechos por el ser humano o, incluso, restos de una torreta de cañones de un barco de la Segunda Guerra Mundial, o una estación secreta de seguimiento de la época de la Guerra Fría. En todo caso no han podido señalar su datación.
Procedencia geológica
Hay otros, en cambio, como el profesor sueco de geología Volker Brüchert, a quien se le mandó una muestra de la “anomalía”, que señalan su origen completa y geológicamente terrestre.
Depósito glacial
Este profesor piensa que puede tratarse de un depósito glacial, y así los glaciares que formaron el mar Báltico habrían transportado (o mejor, arrastrado) esta enorme formación desde el lugar donde se originó, hasta el fondo del mar.
Gran depósito glacial en el parque nacional Yellowstone, Estados Unidos. Es una formación que quedó sobre la superficie
Gran depósito glacial en el parque nacional Yellowstone, Estados Unidos. Es una formación que quedó sobre la superficie
Otros expertos sugieren que, simplemente, puede ser una formación rocosa producida por expulsión de líquido o lava, o una formación de lava acojinada, un tipo de lava que tiene forma de cojines o sacos y se forma cuando la lava es extruida al fondo de un océano, un lago profundo o una cavidad llena de agua dentro de un glaciar.
Formación de lava acojinada, recientemente formada en el mar, a las afueras de Hawái
Formación de lava acojinada, recientemente formada en el mar, a las afueras de Hawái
Comúnmente están compuestas de basalto, aunque también de otro tipo de rocas. O también podría ser un volcán submarino.
¿Meteorito?
Luego de la segunda exploración de nuestra anomalía báltica, hay quienes especulan sobre la posibilidad de que fuese un meteorito que hubiera atravesado el hielo de la última glaciación, siendo arrastrado a través del fondo oceánico.
Esta segunda exploración trajo más preguntas que respuestas. Lindberg volvió a declarar:
“SI HA SIDO CONSTRUIDO, DE CUALQUIERA DE LAS FORMAS QUE FUESE, TIENE QUE HABER SIDO UNA CONSTRUCCIÓN PREVIA A LA EDAD DE HIELO. NO HA SIDO PRODUCIDO POR LA GLACIACIÓN… NO CREO QUE [LAS ROCAS QUE SE ENCUENTRAN SOBRE EL OBJETO] PUDIESEN LLEGAR HASTA AHÍ DE NO HABER SIDO POR EL HIELO… NO PUEDO DECIR QUE NO SEA UN OVNI, PORQUE ESTE OBJETO ME HA SORPRENDIDO MUCHO”.
Además, cuando se hizo la primera exploración en la nave Ancylus y ésta se encontraba sobre la anomalía, se detectaron algunas fallas de transmisión con el teléfono por satélite, pero al alejarse unos 100 metros volvió la comunicación; también se experimentaron otras dificultades con el sonar del robot submarino, pero son cosas también atribuibles a un mal funcionamiento (que otras veces ocurrió) de los equipos.
Sin embargo, el profesor Brüchert encontró que la anomalía, según las muestras que le facilitaron, se componían mayormente de granito, gneiss y arenisca, aunque se sorprendió por encontrar una roca negra basáltica de tipo volcánico, pero que en todo caso no es algo inusual, y que ciertamente pudo haber sido transportada por los glaciares. El mar Báltico completo es una gran cuenca glaciar, formada hace miles de años, lo que hace suponer al geólogo que tanto la estructura del supuesto ovni como las muestras de roca basáltica se constituyeron vinculándose íntimamente con procesos glaciares y post glaciares.
Un misterio caro y sin respuesta clara
Se hicieron dos o tres exploraciones más, pero todas en un submarino de recreación, de visos claramente turísticos que no han tenido ningún carácter científico. Tanto los elevados costos (en el 2012 un día de expedición costaba más o menos 7.000 euros) como la baja visibilidad de la zona imposibilitan obtener imágenes y sólo se ha podido observar una pequeña parte de esta anomalía.
Lo cierto es que aún hay expectativas en torno a lo que verdaderamente sea la anomalía del mar Báltico, aunque lo que sí se sabe es que pertenece a nuestro pequeño planeta Tierra.