Según el budismo mahayana mi Verdadera Naturaleza es la Clara Luz del Vacío. Y, según la escritura mahayana más pertinente para esta etapa de nuestra investigación –El Libro de los Muertos tibetano– necesito familiarizarme por entero con la Clara Luz mientras estoy todavía
en medio de la vida: entonces la reconoceré y me uniré con ella cuando se presente en el momento de la muerte, y seré por entero liberado en la Realidad o Nirvana y ya no estaré sujeto al nacimiento y la muerte. Pues en ese momento –afirma este texto notable– la Luz es vista por todos los seres sencientes, pero pronto es perdida de vista por la gran mayoría debido a que no están familiarizados con ella. En lugar de ello, se encuentran rodeados y absorbidos por una variedad de dioses, titanes y demonios que son proyecciones de sus propias mentes apegadas, productos del pensamiento lleno de deseo y de miedo que lleva a otra ronda en el
mundo del engaño y del sufrimiento.
Permítaseme citar aquí algunos extractos relevantes de la versión de Evans-Wentz de nuestro texto:
«Su propia consciencia, brillante, vacía, inseparable del Gran Cuerpo de Radiación, no tiene nacimiento ni muerte y es la Luz Inmutable… Reconociendo el propio sí mismo de uno así, uno deviene permanentemente unido con el Dharmakaya (la Consciencia
Universal) y la liberación es cierta… Para aquellos que han meditado mucho, la verdad real amanece tan pronto como parten el cuerpo y el principio de consciencia. La adquisición de experiencia mientras se está vivo es importante. Aquellos que han reconocido la verdadera naturaleza de su propio ser… obtienen gran poder durante el Bardo de los momentos de la muerte, cuando la Clara Luz amanece… Así, siendo de particular importancia la práctica en este Bardo mientras se vive, aférrate a ella… de modo que al morir no se olvide aunque un centenar de ejecutores estuvieran persiguiéndote… Trata esta doctrina muy amorosamente: es la esencia de todas las doctrinas».
Yo resumiría el mensaje esencial de El Libro de los Muertos así:
«Al final de su vida usted va a gozar de la Luz –esa experiencia, la más profunda de todas, que es la base de toda experiencia, y que no perderá– provisto que dé ahora todo por ella (o más bien todo a ella) y la goce y la practique».
Hasta que yo muera no tengo ningún medio de comprobar directamente la verdad de esta enseñanza milenaria. Mucho del Libro es admitidamente fantástico. (En verdad se sale de su línea para enfatizar que todo, excepto la Clara Luz del Vacío, es imaginación, engaños de moribundo). Sin embargo, en su esencia, parece estar maravillosamente respaldado por la
investigación contemporánea en «Experiencia Cercana a la Muerte» (ECM).